Tomarse en serio es saber mirarse, con ojos limpios, en el espejo de la vida.
Es reconocer la debilidad pero sin sucumbir a ella.
Es enamorarse en varios momentos de la historia. Es complicarse los días.
Es tropezar, y volver a levantarse las veces que haga falta.
Es no cerrar la mente a las grandes preguntas que nos enfrentan con el amor, la muerte, y con el mismo Dios.
FELIZ DÍA