Así se construyen los paisajes que poblamos: entre la distancia inevitable, y la presencia en la que, a veces, conseguimos vernos.
¿Te has sentido alguna vez solo?¿Has gozado alguna vez del encuentro con otros? ¿Has disfrutado de una conversación sincera,
de esas en las que hay intimidad, reconocimiento y confianza? ¿Has notado, en tu entraña, la mordedura de las ausencias?
¿Has compartido risas, ilusiones y empeños, con la conciencia lúcida de estar viviendo momentos que nadie te podrá robar?
Todo eso es el amor.
Y si hay amor en nuestras vidas, entonces todo está a nuestro alcance. Aunque no siempre sea fácil.