MENÚ DE VERANO… ???
Que no se trata de “una caña o un tinto de verano”, ni de la churrascada o el bocata del turista.
Llega el tiempo de verano, cuando cambia la actividad,
cuando las ciudades se vacían un poco y se llenan nuestros pueblos.
Cuando este tiempo veraniego y los más jóvenes sin clases imponen un ritmo más tranquilo.
Buen tiempo para tener una relación mucho más profunda con Dios y con los otros. Ojo porque se nos pueden adelantar aquellos que nosotros criticamos tantas veces o, muchas otras veces, puede que intentemos justificar nuestra vida sin horizonte con aquello de “estamos en el siglo XXI”, “hoy en día todo el mundo lo hace”, “bueno… si hubiésemos nacido en otra parte posiblemente Dios no sería más que una anécdota”… disculpas, y más disculpas para “no hincarle el diente” a nuestra vida de fe tan descafeinada…
Te hago una propuesta: sé valiente y decídete durante estas vacaciones a dedicarle solamente 5 minutos a hacer silencio, a contemplar a tu alrededor, a decirle a Dios: “habla que tu hijo/a escucha”… ¿a qué no te atreves?
FELIZ DÍA…