En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo Hoy es Miércoles 28 de Octubre XXX Semana Ordinario * San Simon y San Judas Tadeo* La Iglesia festeja a estos dos santos el mismo día porque ambos fueron apóstoles de Cristo y testigos de su resurrección, predicaron el Evangelio en Egipto y en Masopotamia y juntos sufrieron el martirio
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 12-19 En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Palabra del Señor
Reflexión: Antes de tomar una decisión transcendental: elegir a los que iban a ser sus testigos (eso significa apóstoles), Jesús ora, “pasó la noche orando”, dándole vueltas, sopesando las posibilidades de cada uno, viendo pros y contras. No cualquiera valía y aún así… no rechazó a Judas que lo traicionaría, ni a Pedro que lo negaría, ni a Tomás que dudaría hasta el final, ni a Santiago y Juan que buscaban los primeros puestos, ni a… Debía dar un paso decisivo y de elección aun a riesgo de equivocarse. Pero es que se trataba de que estuviera representado todo el género humano, con sus actitudes buenas o menos buenas, para que en el futuro nadie se sintiese no merecedor de ser elegido.
Había que confiar en su Padre Dios que los amaba por igual. Había que confiar en el Espíritu Santo que los iría moldeando. Había que dilucidar porque ya se estaba haciendo de día -la oración fue a oscuras, en la noche, la elección fue con las primeras luces del alba, para que no hubiera engaño alguno- y tenía que reunirlos para contarles lo decidido… La luz del amanecer en los cerros de palestina es bellísima; así no tenían nada que reprocharle. Jesús era resolutivo, tras pensarlo/orarlo mucho. Decía Bernanos: ¡Cómo cambian mis ideas cuando las rezo! Seguro que aquella noche cambió de ideas alguna vez hasta que llegó la luz del alba y… ¿Y los que no fueron elegidos…? ¿Cómo se sintieron? Seguro que lo comprendieron y aceptaron aquella decisión rara del Maestro. Bueno, otra vez será… pensarían; nosotros aquí seguimos. No entendemos lo de Judas, pero parece que está cambiando… ¿Por qué 12 y no aquellos 72 que fueron enviados a predicar…? ¿Acaso no dice el Maestro que todos somos hermanos por igual…? Sí, sí, las 12 tribus de Israel representadas en la nueva misión del “nuevo pueblo de Dios”, pero es que…
Qué más nos da por qué lo hizo así, lo importante es que lo hizo como núcleo de lo que vendría después, de las elecciones posteriores, de… y aquí estamos nosotros, continuadores eficaces de aquella noche de oración…
Hoy es la festividad de Simón y Judas Tadeo, apóstoles y testigos, cada uno a su manera, cada uno con una misión…como nos toca a nosotros… no tengas miedo, adelante… Dios capacita a los que elige…
_* Dios te bendice…* “Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén” (Ef 3,1-20).