Al leer esto y recordar la actitud de algunos políticos ausentándose
de actos religiosos populares e históricos
(con la excusa del aconfesionalismo o del rancio laicismo)
no puedo menos que hacer un OK al Papa.
Cuando un regidor quiere servir al pueblo ha de dejar «sus ideas» colgadas en la percha,
y buscar el bien común no llamando la atención con humo y paja.
La pregunta es bien sencilla: ¿por quién estoy aquí… por mis ideas o por el bien de mis conciudadanos?