Ver-Buscar. Es una disposición necesaria.
Buscar al que está vivo.
Buscar porque le necesitamos.
Buscar desde la sed que tenemos de respuesta, de encuentro, de sentido. Buscar desde el deseo. Buscarle. Buscarte, Dios vivo.
En nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestras relaciones… ¿Dónde estás? Sal a nuestro encuentro. Ayúdanos a creer. A sentirte muy cerca, muy dentro, muy nuestro. Sé tú la fuerza viva en nuestra debilidad, el amor en nuestro anhelo, el sentido para nuestras preguntas.
VER… PODER VER…
Que sea consciente de las cegueras que salen a mi encuentro
Que esté dispuesto, siempre que haga falta,
a reconocer que el mejor oftalmólogo para mis ojos eres Tú
Que la escucha del Evangelio es la mejor receta
La eucaristía el colirium más saludable y certero;
La oración la mejor intervención quirúrgica
para saber hacia dónde y cómo mirar;
una iglesia la mejor consulta para la miopía.
¡SEÑOR, QUE PUEDA VER!
Es el mundo quien al borde del camino
necesita una palabra de aliento
Es la humanidad arrogante y hedonista pero vacía
Es el ser humano que quiere
y no puede dirigirse en la dirección adecuada
Es la tierra que en un afán de verlo
y entenderlo todo se niega a la visión de Dios
Es el grito de aquellos que queremos estrenar
“gafas nuevas” para andar por caminos nuevos sin miedo a caernos.
La FE, entre otras cosas, son los OJOS
para situarse ante las personas,
ante los acontecimientos de la vida,
ante nosotros mismos, ante las dificultades
o los éxitos con una dimensión más profunda y verdadera: JESUS.
Que, como Bartimeo, pidamos a Dios incluso lo imposible:
la vista en medio de tanta oscuridad.
Pero, sobre todo, y que al igual que Bartimeo,
cuando abramos los ojos,
lo primero que veamos sea el rostro de Jesús.
¡Feliz Día del Señor! ¡Que veamos!
¿Lo que más me preocupa?
Que hay mucho ciego, a nuestro alrededor,
empeñados en que sólo veamos lo que ellos quieren.
Bueno, no son ciegos: son cuentistas.
FELIZ DOMINGO A TODOS…