Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

La enfermedad en realidad no es más que una manifestación externa del mal.Viernes I Semana

El verdadero poder del mal, que nos esclaviza y no nos deja llegar a la plenitud y a la verdadera felicidad, actúa en el corazón del ser humano, encerrándolo en sí mismo y rompiendo su relación con Dios y con los demás. Jesús ha venido con el poder de Dios para salvar al hombre, para restituirlo a su condición de hijo amado de Dios, para liberarlo del pecado que le esclaviza y le impide vivir desde el amor.

La curación externa es lo de menos: un simple signo exterior. Y expresamente Jesús así lo declara en esta ocasión: “para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados…”. Y es entonces, como mero signo para aquellos incrédulos, cuando cura a aquel hombre de su parálisis.

Lo que realmente nos paraliza, lo que nos impide caminar hacia los otros y hacia Dios, es el pecado que ata nuestro corazón cerrándolo en el propio ego. Necesitamos que Jesús nos salve: sólo Él tiene el poder de Dios para hacerlo.

FELIZ DÍA A TODOS…