Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Sebastián era hijo de familia militar y noble. La pena ordenada por el Emperador era que Sebastián fuera atado y cubierto de flechas en zonas no vitales del cuerpo humano, deMiércoles II Semanaforma que no muriera directamente por los flechazos, sino que falleciera al cabo de un tiempo. Los soldados, cumpliendo las órdenes del Emperador.

Cuando acabaron su misión, dejaron el cuerpo inerte del santo acribillado por las flechas. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó sano.
Maximiano ordenó que lo azotaran hasta morir , y esta vez, los soldados se aseguraron bien de cumplir sin errores la misión.

El cuerpo sin vida de San Sebastián fue recogido por los fieles cristianos y sepultado en la en un cementerio subterráneo de la Vía Apia romana, que hoy lleva el nombre de Catacumba de San Sebastián.

ORACIÓN

San Sebastián que alcanzaste de Dios tanta fe y caridad que llegaste a sacrificar tu vida por obedecer a Dios y socorrer a tus hermanos cristianos. Ahora que vives junto a Dios escucha las plegarias y súplicas de los que te invocan con gratitud, fe y devoción, y acuden a tí desde los campos, pueblos y ciudades Mártir de Cristo, alcánzanos de Dios que, confesando nuestra fe, acojamos el Reino anunciado por Jesucristo con verdadero espíritu de penitencia y vivamos como hijos de Dios.
Que nuestros hogares sean verdaderas «iglesias domésticas» en donde florezca la santidad, reinen el bienestar, la alegría y la paz. Que en nuestro trabajo reinen la justicia y la concordia. Líbranos de todo egoísmo y maldad para que fraternalmente unidos vivamos en esta hermosa tierra que Dios nos ha dado de acuerdo con los valores del Reino: especialmente la verdad, la justicia y el amorIntercede por nuestra Iglesia para que bajo la protección de María, nuestra Madre, nos lleve siempre a Cristo, fuente de eterna felicidad. San Sebastián, escucha nuestros ruegos, danos fuerza y confianza para que siguiendo tu ejemplo de fe, esperanza y caridad podamos alcanzar la vida eterna que Jesús promete a los que perseveran hasta el fin.

FELIZ DÍA A TODOS…