Decir que “sí” a Jesús, a su evangelio, a la fe… es decir muchos “síes”.
Es elegir una forma de amor que merece la pena: fiel, luchador, generoso, buscador…
Es fijar los ojos –y el corazón- en Jesús de Nazaret,
para aprender de él en qué consiste ser persona,
y cuántas posibilidades tenemos.
Es afirmar al prójimo, o lo que es lo mismo, aprender a disfrutar del valor de cada persona.
Es encontrar mil posibilidades para llenar tus días.
Es mirar al mundo y aprender a leer lo que ves, descubriendo en cada persona valores, capacidades y talentos que apuntan hacia Dios.
Es optar por una forma de ser feliz.
FELIZ DÍA A TODOS…