En algunas series, en algunas guerras, en algunas batallas,
aparece algo así como una “resistencia”.
Un grupo de hombres y mujeres que plantan cara a un rival que, a menudo, parece dispuesto a aplastarles.
Pienso que, cada día más, ser cristiano es, de algún modo, ser resistente.
Como la roca que resiste el paso del agua (que, tal vez, eso sí, suaviza sus aristas).
Como el junco que se dobla por el vendaval, pero no se rompe.
¿Ser resistente?¿Contra qué?
Contra alguna que otra tormenta.
Contra uno mismo, cuando se pone tontorrón.
Contra esta misma fe, tan llena de agujeros.
Contra los cantos de sirena, que te engañan con atajos hacia ninguna parte.
Contra la desgana, el silencio, la apatía o la indiferencia.
Contra el miedo a apostar por el caballo equivocado.
Contra el aburrimiento.
Contra…
FELIZ DÍA A TODOS…