Aahhhh, el Padrenuestro… hablar con Dios…
Hablar para bendecir.
Para hablar bien de tantas historias, tantas personas,
tantas circunstancias que hay que afirmar.
Mejor hablar con palabras sinceras.
Para reconocer y elogiar lo bueno.
Para criticar lo que pueda mejorarse,
pero desde una actitud de concordia.
Mejor hablar desde el cariño y la ternura.
Aprender a reconocer tanto bueno como hay en torno.
Mejor hablar cara a cara, encontrándonos y descubriéndonos siempre personas, en la debilidad pero en la humanidad.
Mejor hablar con palabras que tienden puentes, estrechan distancias y entrelazan vidas.
Mejor hablar con amor.
Sí, hablar… pero con sentido… Amén.
FELIZ DÍA A TODOS…