Es sorpredente la capacidad del ser humano
para levantarse, una y otra vez.
Admiro eso en tantas personas,
capaces de luchar cuando uno pensaría que ya todo está perdido.
Para esperar contra toda esperanza,
para seguir creyendo, y amando, y sonriendo.
Esa humanidad nuestra tiene que estar muy llena de ti, un Espíritu de Vida.
Tú haces que en la oscuridad uno pueda seguir creyendo en la luz –aun si por un rato falta;
que en la adversidad uno pueda alzarse, erguir la cabeza, enjuagar sus lágrimas y continuar el camino.
Tú nos haces fuertes.
FELIZ DÍA A TODOS…