Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

¿A quién no le ha pasado alguna vez?image

Te encuentras en esa situación donde tu asistencia a una fiesta,

la invitación a una boda, el regalo, la llamada o la visita pendiente,

se ven condicionadas por saldar una deuda o devolver educadamente el gesto.

Y te ves en un compromiso vacío de entusiasmo.

Un devolver el favor.

Un ignorar el sentido profundo de lo que puede ser una alegría compartida.

Sí, es verdad, no es fácil.

Unos dicen que es cuestión de educación y otros que algo inevitable. Pero el riesgo es que te despiertes un día completamente encadenado a pequeñas deudas que vamos contrayendo y que fielmente cumplimos por el que no se diga de nosotros. Entonces, la razón de nuestra generosidad pasa a ser un igualar la contienda o un equilibrar la balanza con el otro. Sin más. Porque en el fondo a nadie le gusta deber nada a nadie.

FELIZ DÍA A TODOS…