Dios le da la vuelta al orden de las cosas.
La pobreza del creador; la debilidad del todopoderoso;
la desnudez del que todo lo reviste de vida;
la intemperie del Señor de la historia.
No es fácil de entender.
En lenguaje más coloquial y más cotidiano.
Aquí, en este mundo nuestro, en el que los valores en boga pasan por la seguridad, la protección, el bienestar y el prestigio, un Cristiano que sale a la vida como tal, sin Más confianza que la de la fe, que se arriesga a hacer camino, a confiar, a vivir desde la fe…resulta inquietante. Por eso te pido, Señor, que no dejes de descolocarme. Desinstálame, derrumba mis seguridades y levántame de nuevo.
FELIZ DÍA A TODOS