En lo profundo no hay nada que no sea sorprendente.
Y sin embargo, bajamos tan poco a poco, y pocas veces.
Acomodamos el pulso a la presión de la rutina.
Nos distanciamos del fondo y el origen de los días…
y no bajamos, y no bajamos, y no bajamos.
Nos olvidamos del sentido de la Vida, del propio barro, del primer atardecer…
Y amontonamos un sinfín de tonterías, buscando en lo que creer.
FELIZ DÍA A TODOS…
NO TEMAS A SUMERGIRTE EN LO PROFUNDO…