«¿Quién eres? ¿Dónde estás? ¿Cómo hablarte?
¿Dónde vives? ¿Cómo me hablas?
Mil cuestiones se atropellan en mi mente cuando trato de acercarme a ti.
De ti me han hablado mil voces.
Te he visto en cuadros, carteles, imágenes, películas;
he oído cómo se te describe en canciones y poemas,
y al final siempre que creo empezar a entenderte me sigues sorprendiendo.»
Jesús es como esa imagen impresionista, de la que aprendemos a ver formas, colores, trazos que nos inspiran y evocan una figura que nunca terminamos de percibir en toda su riqueza.
Y, sin embargo, esos mismos colores, esa forma intuida, ese perfil indefinido está lleno de fuerza.
Inspira, sugiere, invita, llama, provoca, reta, acoge, cura, ilusiona, asusta, sorprende, emociona, limpia.
¿Quién eres, Jesús? ¿Dónde estás?
Y de repente… «hasta setenta veces siete»… ¿Quién eres, Jesús? ¿Por qué tanto tino en lo que realmente importa?
FELIZ DÍA A TODOS…