Si alguna vez experimentas el perdón anhelado.
Si alguien que podría cerrarte la puerta la mantiene abierta.
Si quien conoce tu fragilidad y tu barro sigue mirándote con aprecio.
Si quien comparte tu historia lo hace más allá de la noche y el día.
Si quien podría juzgarte con dureza te mira con misericordia,
entonces entenderás un poco más a Dios… y su evangelio.
FELIZ DÍA A TODOS