Somos así de complejos.
Los seres humanos con nuestros sueños, nuestras dudas, nuestras inquietudes, nuestras intuiciones, nuestra fe, nuestras búsquedas… Es parte de la vida y no lo podemos negar. Vivimos momentos en los que lo tenemos todo claro, no dudamos de casi nada, de repente lo hemos visto todo cristalino y estamos seguros de haber encontrado la clave de la vida.
Otras veces, sin embargo, son las dudas las que nos atrapan. Dudas, vértigos, comodidades, contradicciones, hacen que sea difícil vivir en paz con todo lo demás. Pero la mayoría de las veces no es ni lo uno ni lo otro.
La mayoría de las veces estamos ahí en medio, con varias dudas pero con algunas certezas a las que nos agarramos. Algunas certezas con las que podemos ir caminando, apostando.
Es más una cuestión de actitud que de resolución. Actitud de búsqueda. Identificar cuáles son las búsquedas que merecen la pena. Probablemente nunca las resolveremos al completo. Simplemente hay ahí una intuición grande que nos indica hacia dónde caminar, hacia dónde seguir buscando.
Con eso nos vale. Así se lo explicaba Rilke a aquel joven poeta que le pedía consejo:
“Ten paciencia con todo aquello que no está resuelto en tu corazón e intenta amar las preguntas mismas, como cuartos cerrados y libros escritos en un idioma muy extraño. No busques ahora las respuestas, que no se te pueden dar porque no podrías vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Vive ahora las preguntas.”
Llegará el «Espíritu de la Verdad»… no lo dudes… ¡llegará!…
FELIZ DÍA A TODOS…
ahhhh… y ¡por cierto!…
feliz día a la Familia Salesiana que hoy celebra a María Auxiliadora…