Después de la celebración de la
ASCENSIÓN DEL SEÑOR
nos preparamos a vivir la
VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO…
La calma, la paz, la tranquilidad…
Esa que no sobra en estos tiempos tan acelerados.
Cuando la vida se mueve deprisa.
Cuando nos agobiamos por tantas cosas.
Cuando uno tiende a vivir abrumado, encogido o preocupado por todo lo que no tiene, no encuentra, no consigue…
Ahí llega tu espíritu, que es caricia y sosiego, que es como el temblor ligero que pone todo en su sitio.
Que es luz tenue, pero suficiente para apartar las oscuridades que nos amenazan.
FELIZ DÍA A TODOS…