Muchos de nosotros tenemos tantos motivos para sonreír…
que, por consideración con los más rotos, y por gratitud por todo lo que hay de milagro en nuestras historias, podemos ser más joviales, menos quejicas, más ligeros.
Podemos gritar, alborozados, por los encuentros y los proyectos que ilusionan.
Podemos cantar, desafinando si hace falta, cada vez que la buena noticia nos alcanza.
Podemos reconocer, con asombro genuino, lo afortunados que somos.
Y podemos mirar, extasiados, lo bueno que hay en tantas vidas.
FELIZ DÍA A TODOS…