Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Traer a la memoria la figura de  Santo Domingo de Guzman,

es hacernos conscientes

de que la llamada del Señor está ahí,

es una propuesta, una invitación, a hacer posible la Buena Nueva aquí y ahora, en este momento.

La fuerza y el ejemplo de Santo Domingo  no consiste en repetir lo que él hizo, sino en hacer, vivir, proclamar la Palabra, con el mismo Espíritu que a él le animó.

Ese Espíritu se descubre en los textos que la liturgia de la fiesta nos propone: pies, monte, camino, movimiento, actividad, apertura, horizonte… lejos de las rutinas y de otras tentaciones que prometen seguridad y creerse poseedores de la verdad.

Predicar la palabra con toda paciencia y con preparación doctrinal; estar siempre alerta, no irrumpiendo y ocupando el espacio del otro, y ser coherentes.

Así podemos ser sal y luz que significa capacitar para que no sea lo que está mandado, la obligación, el deber, la ley, la razón de nuestro vivir; sino la misma fe, el amor, la esperanza, lo que nos incentiva en nuestra vida y perfecciona a la misma ley y está por encima de la ley.

FELIZ DÍA A TODOS

y especialmente a los Dominicos y Dominicas en su día…