En medio de las fiestas de Navidad se celebra al mártir San Esteban
Él es el primer mártir del cristianismo. El primero en entregar la vida por Jesús. Uno de los grandes testigos de la fe. Por eso celebramos su memoria.
Hay mártires que entregan su vida por Cristo y por el Evangelio, admirablemente, para siempre, en un instante. Hay otros que, no menos admirablemente, entregan la vida cada momento.
Ellos hoy son testigos (mártires) de Jesucristo en medio de una sociedad que sigue soñando con ser más solidaria y más fraterna.
Ellos van por delante, iluminando, desde las periferias, el sueño de crear entre todos un mundo mejor, una fraternidad universal en la que todos vivamos como hermanos, hijos de un mismo padre.
En ellos se refleja la cercanía y el amor de Dios por la humanidad.
Dice el refrán castellano: “Haz el bien, y no mires a quién”… y el Señor nos dice: “No temáis”, aunque seáis incomprendidos. “Él será quien ponga palabras en vuestra boca”. “Vosotros, perseverad…”.
Pidamos al Señor hoy la gracia de ser testigos y de crecer en esa generosidad y desprendimiento que, sin duda, da credibilidad a nuestra fe en medio de nuestro mundo.
Un saludo a todos los misioneros y misioneras que, lejos de los suyos, anunciáis el Evangelio de Jesús. Os llevamos en el corazón y oramos por vosotros.
FELIZ NAVIDAD A TODOS
en esta Octava del Nacimiento de nuestro Señor