La vida de Jesús fue de cosas sencillas y fundamentales: la amistad, la solidaridad, la justicia, la misericordia, el compartir, el trabajo de cada día, la simplicidad en el vestir y comer, el descanso, la sobriedad… Jesús vivió la vida desde dentro, desde el corazón que estaba fuertemente anclado en el Padre Providente que cuando creó el mundo “todo lo hizo muy bien”. Jesús nos descubrió que del corazón del hombre sale lo bueno y lo malo; que la persona tiene la capacidad de transformar lo bueno en malo y lo malo en bueno. Y la vida de Jesús es Evangelio, es decir la Buena Noticia predicada con palabras y obras.
Es el Evangelio de la grandeza de las cosas pequeñas y sencillas de cada día que todos podemos hacer sin complicaciones. Pero todo esto vivido desde un corazón que cree que Dios Padre se alegra y goza cuando las personas vivimos y disfrutamos de todo lo que Él ha hecho; un Dios Padre que quiere que todos –sin exclusión ni diferencia- disfruten de la obra de su creación; un Dios Padre que hace salir el sol sobre buenos y malos, y envía la lluvia sobre el campo del justo y pecador, porque todos son sus hijos y a todos ama igualmente.
FELIZ DÍA A TODOS