Es cierto que vivo aturdido y acelerado muchos días; pero cuando bajo a la verdad honda de mí mismo, ahí te encuentro.
Te confío el pasado, contigo vivo lo que merece la pena en el presente y de Ti, Señor, recibo la Luz que ilumina mi futuro.
Tu experiencia Pascual ahuyenta mi angustia por el paso del tiempo y por la certeza de la muerte, en día y hora desconocidos.
Si vivo contigo, moriré y resucitaré contigo; es la Misión que te ha encomendado el Padre para que salves a todos los que nos alegramos de tu venida, como Abraham.
Ayúdanos a vivir cada día con tus motivaciones…que mi oración personal concuerde con la oración comunitaria que Tú has iniciado: venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, amén.
FELIZ JORNADA A TODOS…