Estamos en tiempo vacacional para muchos, pero para otros tantos el ritmo de trabajo continúa y quizás acusado por la carga de todo el año. A unos y otros el Maestro nos invita a descargar nuestros agobios en Él, aprendiendo la clave de Su mansedumbre: el amor por encima de todas las cosa.
¡Qué diferente sentimiento hacer las cosas en situaciones difíciles cuando contamos con la presencia de un amigo en el que descansar y que por encima de todo nos manifiesta su amor haciéndonos sentir la paz y la quietud.
¡Cuánta humanidad en estas palabras de Jesús: Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera!
FELIZ DÍA A TODOS…