«El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza…» (Mt 13,31).
Los granitos de mostaza casi no se ven, son muy pequeños, pero si tenemos de ellos buen cuidado y se riegan… acaban formando un gran árbol.
«El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina…» (Mt 13,33).
La levadura no se ve, pero si no estuviera ahí, la pasta no subiría.
Así también es la vida cristiana, la vida de la gracia: no se ve exteriormente, no hace ruido, pero… si uno deja que se introduzca en su corazón, la gracia divina va haciendo fructificar la semilla y convierte a las personas de pecadoras en santas. Esta gracia divina se nos da por la fe, por la oración, por los sacramentos, por la caridad.
Eduquemos la mirada… y cultivemos nuestra vida interior…
FELIZ DÍA A TODOS…