Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

En las cámaras de gas del campo de concentración de Auschwitz, tal día como hoy, murió Edith Stein, filósofa judía convertida a la fe católica y bautizada en enero de 1922.

Ya en 1933, al comenzar la persecución y el hostigamiento a los judíos, había declarado: «Solamente la pasión de Cristo nos puede ayudar, no la actividad humana. Mi deseo es participar en ella».

El 14 de abril de 1934 toma el hábito carmelitano y a partir de ese momento llevará el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz, nombre que deja bien explícita la referencia a la pasión de Cristo.

El 9 de junio de 1939 redactará su testamento, que contiene estas palabras: «Ya desde ahora acepto con alegría, en completa sumisión y según su santísima voluntad, la muerte que Dios me ha destinado. Ruego al Señor que acepte mi vida y mi muerte… de modo que el Señor sea reconocido por los suyos y que su Reino venga con toda su magnificencia para la salvación de Alemania y la salvación del mundo».

En aquella historia tan dramática, percibió su vocación y le fue enteramente fiel. Dios llevó a término la obra que había comenzado en ella, Dios la configuró con su Cruz. Recordemos el estribillo de una de nuestras canciones en la celebración de difuntos: «Si con él [Cristo] morimos, viviremos con él; si con él sufrimos, reinaremos con él».

Su beatificación tuvo lugar el 1 de mayo de 1987 y su canonización el 11 de octubre de 1988, ambas celebraciones presididas por el Papa San Juan Pablo II

Feliz día a todos

en este día de la co-patrona de Europa