En el Evangelio de hoy, reaparece el grano de mostaza, esta vez como patrón para medir el tamaño de nuestra fe y de su eficacia. En el combate contra el mal, en el diario afán por expulsar demonios que sojuzgan o merman la vida de las personas o la propia vida, ¿qué confianza tenemos en Dios, cómo nos apoyamos en Él?
En este día, en que la Iglesia celebra a santa Clara de Asís, queremos recoger lo que el Papa Emérito Benedicto XVI decía:
Agradeciendo a Dios que nos da a los santos que hablan a nuestro corazón y nos ofrecen un ejemplo de vida cristiana a imitar, quiero concluir con las mismas palabras de bendición que santa Clara compuso para sus hermanas y que todavía hoy custodian con gran devoción las Clarisas, que desempeñan un papel precioso en la Iglesia con su oración y con su obra. Son expresiones en las que se muestra toda la ternura de su maternidad espiritual: «Os bendigo en vida y después de mi muerte, como puedo y más de cuanto puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias bendice y bendecirá en el cielo y en la tierra a su hijos e hijas, y con las que un padre y una madre espiritual bendicen y bendecirán a sus hijos e hijas espirituales. Amén» (FF, 2856).
FELIZ DÍA A TODOS…
un recuerdo y nuestra oración por las Clarisas de Allariz y las de Vilar das Tres…