El Evangelio narra el encuentro de Jesús con Marta y María. Podemos preguntarnos si es lícita la actitud de María, sentada a los pies de Jesús y conversando tranquilamente con Él, mientras Marta se afana en los quehaceres de la casa. ¿podríamos trasladar la pregunta a nuestro tiempo en que hay tantas cosas que hacer? Jesús le dice a Marta que sólo hay una cosa necesaria.
Muchos hombres y mujeres descubren esta verdad en el momento de su muerte. Es como si, al final del camino, con la perspectiva de toda su existencia delante de los ojos, percibieran de golpe lo que merece la pena y lo que es puro relleno.
Algunos, «por revelación», descubren esto mucho antes y tratan de conducirse de un modo nuevo, dando valor al estar «a los pies del Señor» (tanto en su vertiente contemplativa, como en su vertiente activa).
Feliz día a todos…