Santuario Nuestra Señora de los Milagros

UNA IMAGEN… UNA PALABRA

Estamos, pues, ante una nueva realidad. El peso ya no está en la familia de sangre, sino en esa nueva forma de hermandad que forja el Espíritu de Dios.

La Iglesia quiere ser esa gran familia de los hijos de Dios que Cristo vino a comenzar. Abierta a todas las culturas, edades, condiciones sociales, con sus luces y sombras, como toda obra humana, quiere ser fermento de unidad en una sociedad dividida por los odios y las discordias.

Tú formas parte de esa Iglesia. También con tus luces y tus sombras. Antes que nada, somos discípulos: llamados a “escuchar la Palabra de Dios y cumplirla”. Y desde ahí, estamos llamados a abrir las puertas de esta familia a todos aquellos que quieran dejarse hacer por Dios y vivir según su voluntad. Como María. Ser familia en Jesús, para hacer “familia” en toda realidad en la que nos encontremos.

Feliz día a todos… Dios te bendice…