Esta historia puede ser nuestra historia. La Palabra nos recuerda hoy que nosotros también podemos ser de los que, a pesar de llevar tiempo con el Señor, no entendemos aún algunas cosas. Y que debemos guardarnos de las “levaduras” dañinas, que nos separan de Dios y de su proyecto sobre nosotros, en lo religioso o en nuestra vida personal y social.
La historia de amor de Dios con nosotros incluye momentos de confrontación y corrección. La Palabra y la vida nos ponen en ocasiones ante cuestionamientos de los que conviene aprender, para enderezar el rumbo. Para llegar a ser los discípulos que Jesús necesita, y continuar la misión que Él nos ha encomendado.
Feliz día a todos… Dios te bendice…